Erin y Thomas acaban de establecer su residencia en Valencia, están fascinados por la estética, el ambiente y la luz de la nueva ciudad que acaban de descubrir y en 2021 nos encargan este interesante proyecto.
Para nosotros resulta un reto reformar un apartamento de vivienda en un edificio de 1930 con casi 100 años de historia. Las sucesivas reformas sufridas y el estado de abandono del inmueble han cubierto todos sus elementos de interés. Así que nos planteamos una reforma integral de la vivienda que pusiera en valor todos estos elementos: el ladrillo caravista, las vigas de madera y las revueltas cerámicas de los techos, pero redistribuyendo totalmente la vivienda para que se adaptase perfectamente a las necesidades de los clientes y a la nueva manera de entender la forma de habitar de hoy en día.
En este proceso fuimos desnudando, destapando, restaurando e integrando los elementos originales más característicos, que pusimos a dialogar con materiales mucho más modernos y atrevidos.
La paleta de materiales originales: la madera, el ladrillo caravista… nos aportan calidez; que se decide complementar con potentes notas de color. Con elementos atrevidos como la madera lacada azul cobalto de la cocina o los coloridos azulejos de los baños. El suelo se plantea como un lienzo neutro de color gris, casi como un fondo para la aparición de un mobiliario cuidadosamente elegido, en el que se vuelve a apostar por la calidez de materiales nobles, tradicionales y naturales. Como último pasaje de esta historia de recuperación y conservación se han restaurado varias lámparas de araña de la propia vivienda.
Las molduras de escayola, tan presentes en las viviendas del ensanche valenciano, son otro elemento protagonista de la actuación. Cada techo de la vivienda se significa con nuevas de estas molduras y frisos decorados, en un nuevo ejercicio de diálogo y sin complejos entre tradición y modernidad.
Reforma en la Calle Pedro III — Valencia
Comprometidos con los espacio que habitamos
