Cualquiera que no conozca la historia de la calle de la Paz podría pensar que lleva siglos siendo una de las principales arterias de la ciudad. Pero la edad de la Calle de la Paz es “corta” en términos urbanísticos. El inicio de las obras para la apertura de la nueva calle se remonta a 1869, siguiendo las corrientes modernistas procedentes de París que tanto influyeron en la arquitectura de los edificios que allí se proyectaron.
Antes de ampliarse, la zona era un conglomerado de casas viejas, en mal estado y con unas calles estrechas y de difícil acceso. Apenas daba la luz, y la zona no era muy bonita, así que en 1868 se planteó la construcción de la Calle de la Paz para remodelarla, y para dar un nuevo aire y una nueva luz a esa parte de la ciudad.
Los conventos de Santa Tecla y San Cristóbal desaparecieron y se llegó a plantear, años después, ampliar la calle hasta la Calle Quart, pero finalmente se canceló porque esto suponía derribar la Iglesia de Santa Catalina.
Seguimos en 1868 y en aquella época fueron los arquitectos Manuel Sorní y Juan Mercader los que recibieron el encargo de crear una de las calles más bonitas de la ciudad.
Su apuesta fue que tuviera 16 metros de anchura y que conectara la plaza de la Reina con los jardines de la Glorieta y el Parterre.
Seguro que muchas de las cosas que has descubierto hasta ahora de la calle de la Paz no las conocías y apostamos a que no sabías que no siempre se llamó Calle de la Paz.
Antes incluso de su diseño, durante la época medieval, se la conocía como la “Calle del caputxers” porque allí se alojaba el gremio que fabricaba capuchas. Después, cuando se proyectó, iba a llamarse calle de la Revolución, en referencia a la revolución conocida como La Gloriosa y que tuvo lugar en 1868. Sin embargo, durante su ampliación cambió a su actual nombre “Calle de la Paz”.
Hubo otra época, entre 1905 y 1913 y de nuevo entre 1916 y 1923 se llamó “Calle Peris y Valero”, en honor al antiguo Alcalde de Valencia que, además, fue una de las personas que puso más empeño en su remodelación.
Finamente, y por petición popular de los vecinos, acabó con la denominación actual, y hace referencia a la conmemoración de la paz de la tercera guerra carlista.
Además de la historia, queremos que descubras algunos de los edificios míticos de la ciudad.
El Edificio Sancho, situado en el número 19, construido por el arquitecto Joaquín María Arnau Miramón, lugar en el que durante la república se reunían grandes intelectuales en sus locales.
En el número 17, en el edificio Ferro, donde se encuentra nuestro estudio Epigram, tenemos el primer ascensor eléctrico que se instaló en un inmueble de la ciudad en el año 1901.
Actualmente, la Calle de la Paz es una de las más icónicas y transitadas de la ciudad, una prestigiosa calle demandada por los grandes comercios, y con una historia que muestra la evolución que tuvo Valencia como ciudad a finales del Siglo XIX.
Creo que se nota que es una de nuestras calles de Valencia favoritas.
¿Cuál es la tuya? Si nos lo dejas en comentarios, investigaremos y haremos una nueva entrada en el blog.
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