Convertir un bajo en vivienda, una necesidad al alza en Valencia

Cada vez recibimos más consultas sobre la posibilidad de convertir un bajo en vivienda. El motivo fundamental que observamos es la necesidad de poner a disposición de los ciudadanos más viviendas en la ciudad de Valencia. La escasez de pisos y apartamentos en las grandes ciudades está impulsando esta modalidad que, a principios del siglo pasado, era un clásico.

A medida que los negocios van perdiendo fuelle a pie de calle, entre otros motivos por la digitalización de muchos servicios, los bajos van adquiriendo una segunda vida adónde realmente se les necesita: en el parqué residencial. Vivir a pie de calle consigue dar una segunda vida a aquellas plantas bajas en desuso y aliviar el problema de la vivienda.

Valencia se está convirtiendo en una ciudad de referencia para perfiles nacionales e internacionales y su capacidad está limitada por un escaso número de viviendas disponibles. Llevar a cabo el cambio de uso de un bajo para convertirlo en una vivienda es una opción muy válida tanto para la propia habitabilidad como para la inversión y la rentabilidad del inmueble.

En EPIGRAM conocemos de primera mano la burocracia y las necesidades del proyecto de cambio de uso. Ahora mismo estamos transformando una serie de locales con los que vamos a conseguir viviendas de obra nueva, confortables, de altas calidades y con un diseño muy cuidado.

Cambio de uso de local comercial a vivienda, ¿cómo se hace?

Lo primero que hay que tener en cuenta es el destino de la futura vivienda. Si lo que queremos es simplemente pasar de tener un bajo comercial a una vivienda para uso propio o bien para alquiler a largo plazo, es sencillo en términos de solicitudes. Ahora bien, si queremos poner la futura vivienda a disposición del alquiler vacacional, hay que tener en cuenta otros detalles.

Todos los barrios de Valencia permiten en estos momentos el cambio de uso a vivienda, pero no todos dan la posibilidad de que la vivienda sea vacacional. Este criterio atiende a la presión turística que sufre cada zona y es el Ayuntamiento de Valencia quien decide (y, ojo, porque el criterio va cambiando) qué zonas admiten nuevos alquileres vacacionales y qué zonas no.

En cualquier caso, es muy importante tener claro desde el principio el destino del bajo, porque así será más sencillo adecuar el proyecto a las especificaciones de la licencia y, por tanto, conseguir rápidamente el permiso.

Si tienes claro que ya no quieres que tu propiedad sea un bajo comercial, pero dudas sobre si quieres que sea de alquiler vacacional o no, hay una situación intermedia: proyectar la vivienda atendiendo a las mayores restricciones de ambas situaciones, es decir, siguiendo las pautas de cómo debería ser si fuera para un uso u otro, de manera que en futuro puedas revertir su destino, consiguiendo un activo más flexible y de mayor valor.

Sabemos que todo esto es complejo, pero en EPIGRAM conocemos muy bien los pasos, así que, ante la duda sobre cualquier propiedad, contáctanos.

Aspectos a tener en cuenta a la hora de convertir el bajo en vivienda

Aunque pueda parecer, de primeras, que habitar un bajo pueda resultar más incómodo que una vivienda con altura, la realidad es que el cambio de uso exige una remodelación tal, que el resultado de la vivienda es el mismo que el de una obra nueva, por lo que las prestaciones van a ser entre buenas y muy buenas, si se hace el trabajo oportuno.

No obstante, hay variables que pueden mejorar con mucho una vivienda de planta baja. Por ejemplo, la cantidad de metros de fachada y huecos hacia la calle que tenga el local, mejorará la iluminación interior y, en el caso de que el bajo sea estrecho y profundo, será más interesante si tiene un patio trasero, porque nos permite tener la suficiente luz en los extremos como para iluminar toda la vivienda.

También hay que prestar atención a otros condicionantes como: la accesibilidad sin escalones al bajo, la altura libre del mismo, si disponemos de espacio para alojar las maquinas exteriores de aire acondicionado, extracciones de cocina etc.

Además, existen otros aspectos a tener en cuenta y valorar, como el tránsito que tiene la calle. Vivir en un bajo es más agradable si la calle tiene poco tráfico de automóviles y personas.

Los plazos de convertir el bajo en una vivienda son razonablemente cortos

Las ECUV, que son empresas colaboradoras del ayuntamiento en materia de licencias, han acelerado bastante el proceso del cambio de uso y la adjudicación de la licencia. Si el local y su proyecto tienen compatibilidad urbanística con una vivienda, podemos tener el cambio de uso resuelto en menos de 6 meses.

Todavía es más corto el plazo si el bajo tiene una licencia de actividad terciaria, como puede ser la de una peluquería o la de un bar. En este caso, no habría que solicitar una licencia adicional para vivienda vacacional, pues se considera dentro del mismo sector.

En cuanto a la adecuación, para un bajo estándar, la reforma puede durar alrededor de 5 meses, según los plazos que manejamos en nuestro estudio.

Optimiza el tiempo y el dinero con la ayuda de un experto

En EPIGRAM somos arquitectos con un amplio conocimiento urbanístico y conocemos en profundidad el papeleo necesario y las exigencias institucionales para obtener el cambio de uso de un bajo.

Nuestro equipo ofrece un servicio de consultoría tanto para la adquisición del bajo en el que valora la zona, la geometría y las posibilidades arquitectónicas y de habitabilidad, como para el diseño y la ejecución del proyecto.

Contacta con nosotros aquí si quieres que te ayudemos.